ADVERTENCIA: Este blog ha sido creado para gente diferente. Para los que saben distinguir lo espiritual de lo religioso, los que saben escuchar y razonar antes de sacar cualquier conclusión, los que saben escudriñar de manera diligente sin prejuicios ni predisposiciones... Para aquellos que estan dispuestos a romper con los límites, que cuentan con un destino profético, que poseen un llamado divino, los que unen cielo y tierra...Los hijos del Papá más maravilloso, los adoradores del Rey, Los amigos del Dulce Espíritu. Bienvenidos a mi blog!

Buscar este blog

viernes, 26 de julio de 2013

ADORACION APOSTOLICA

El título de este mensaje no representa una "nueva doctrina".
Solo es la manera como quiero que viajes conmigo a la era apostólica primitiva.
Quiero que te adentres a un viaje en el tiempo y veas a la iglesia del primer siglo adorando al Rey.

Para comenzar, ellos celebraban la cena de la comunión.
Oraban.
Cantaban cánticos al Señor.
Recogían una ofrenda.
Leían la Palabra de Dios.
Y también la proclamaban (su poderosa Palabra).

Eso sí que es adorar con todo! ¿No te parece?

Adorar al Señor era su prioridad. ¿Es también tu prioridad?

Imagínate: ellos se reunían y cenaban con el fin de adorar al Señor, pues así no solo en gratitud conmemoraban su muerte, sino que era la manera como daban a entender que anhelaban su pronto regreso.
Y no sólo eso, sino que en un mismo Espíritu oraban, es decir tenían un diálogo con el Señor, una comunión profunda y sincera, una comunión sin terceros ni intermediarios. Ah, pero eso no era todo. Cantaban, y lo hacían como parte vital de sus cultos, siguiendo el sabio y oportuno consejo de Pablo, de cantar y alabar al Señor con melodías del corazón y del espíritu, agradeciendo a Dios al mismo tiempo, por todos su favores y abundantes bendiciones.

Recuerda, Dios busca adoradores...Sí, que lo adoren así, compartiendo entre hermanos, orando y cantando.

Pero adorar es más que eso. Es dar, es confiar en Él. La Iglesia primitiva traía sus diezmos y ofrendas al alfolí. Y lo hacían porque adoraban a Dios, y se lo demostraban contribuyendo con su Reino, con la expansión de su obra y viéndola siempre como un motivo de bendición y un privilegio para con Dios. Lo hacían porque amaban a Dios y se lo demostraban incluso en lo material y económico.

Pero me falta algo mucho más importante. 
En la adoración tú das: tiempo, esfuerzo, devoción, amor, tu vida misma, dinero, cosas...en fin
Pero Dios también quiere dar. Y es por eso que cuando se predica o se enseña, se está realizando un acto de adoración, y a la vez, es la manera como en medio de nuestra adoración Él nos habla, nos consuela, nos exhorta, nos fortalece, Él viene también a dar!

Entonces, que te quede claro, que cuando tú predicas y enseñas, también estás adorando a Dios!

Ahora te has dado cuenta de lo que es adorar. Quizás te identificas con la mayor parte de lo que es adorar al Señor, o es posible que al revés (es decir, ni idea), pero por si no lo sabías, hoy vine a ti a través de este medio para que sin duda, adores al Señor con pasión, sin religiosidades, para que no parezca como si adorar fuera algo ritual, monótono y aburrido.

Así que,
Adoremos juntos como hermanos, al Rey de nuestra vida!
Cántale al Señor con todo tu corazón.
Ora a tu Dios, clama a Él en todo tiempo, no solo cuando te acuerdes de que Él existe.
Adórale con tu vida, con una vida llena de gratitud, agradándole, viviendo en santidad para Él.

Adórale, como los apóstoles, adórale como la iglesia primitiva:
Con devoción, con amor, con temor y reverencia. Hagamos de nuestra adoración una adoración apostólica a todo dar!


Citas bíblicas de apoyo:  Hechos 20.7; 1 Corintios 14.15-16; Efesios 5.19; 1 Corintios 16.2; Colosenses 4.16; Hechos 20.7; 1 Corintios 11.25-26; Nehemías 4.9; Mateo 6.9; 2 Corintios 9.7; Mateo 21.12-13; 2 Timoteo 3.16-17; 2 Timoteo 4.2; Hebreos 12.28-29


No hay comentarios:

Publicar un comentario